miércoles, 1 de septiembre de 2010

Una pequeña reflexión

Volar una cometa es una de esas cosas que en la vida esta idealizada, me explico, tenemos una imagen clara de lo que es pero que no conocemos, o pocas veces la prácticamos. Le asignamos una imagen y nos quedamos con eso.


Todos o casi todos hemos tenido una cometa, es uno de los regalos típicos antes de irte o durante las vacaciones. Pero no se valora como debiese, muchas de ellas no salen nunca de su bolsita, otras son utilizadas de higos a brevas, otras son utilizadas de manera decorativa, en fin.....
Mucha gente considera que el vuelo de una cometa es sacarla de la bolsita, seguir una pequeña guía de montaje y cuando, orgullosos terminan el montaje, ya está, a volar! el mundo de las cometas tiene mucho más, uno no se tiene que quedar con lo superficial, sino que si ahonda un poco más en este mundillo, descubrira un sin fin de posibilidades, y todo ello relacionandonos con nuestro entorno de una manera sana, y respetuosa con el.


Pero todo ello, como todo en la vida, tiene un proceso, lo que ocurre en la mayoria de las ocasiones, es que queremos que los resultados lleguen sin trabajarlos, y no debiera ser así.
Lo bueno, es cuando disfrutas de algo en lo que has trabajado, creado, etc..., la satisfación que te crea el haber aprendido algo y ponerlo en práctica es algo que no tiene precio.

Me quedo con las palabras de un chico de San Sebastian:
"La persona que quiera volarla lo debe querer hacer de verdad. Durante mis años en argentina y como monitor de kitesurf me di cuenta que todo aquel que fracasaba en su intento por navegar era porque querian navegar pero no querian aprender a navegar. Todo tiene un proceso.
Disfruta del presente y el llamado futuro te recompensará."

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