miércoles, 1 de septiembre de 2010

Historias Curiosas (por algo habia que empezar)

Al igual que los palillos, las damas o los fuegos artificiales, los chinos fueron los inventores de la cometa, hace más de 2000 años. Aunque al principio no se utilizaban como pasatiempo. Algunos cuentos chinos explican que una vez el ejército chino, en el año 200 aC, quería entrar en una ciudad amurallada e invadirla; así que se situó en frente de las murallas y se dispuso a excavar un túnel. Pero tenían un problema: no sabían cuántos metros debía tener el túnel para entrar en la ciudad y sorprender a su enemigo. Así que, no se les ocurrió otra cosa que hacer volar una cometa por encima de la ciudad; una vez la cometa estuvo dentro, contaron los metros de hilo desde donde ellos estaban hasta la cometa y así supieron la distancia exacta que tenían que excavar. Estos chinos ingeniosos, claro está, ganaron la batalla.


Alrededor del año 1200 a.C., el color de una cometa china, junto con sus dibujos y muy en particular los movimientos que se le hacían ejecutar comunicaban mensajes en código entre diversos destacamentos militares. Los chinos eran entonces tan eficaces en la construcción de grandes cometas de poco peso, que incluso llegaron a empleadas como planeadoras monoplazas no sin cierto éxito. El aeronauta tendido sobre la superficie superior de una estructura de bambú y papel, se aferraba a ella, con manos y pies, y su única esperanza consistía en encontrar un viento intenso y favorable.


El arte de volar cometas se extendió desde China a Japón, a Corea, a la India mediante los comerciantes de sedas y especias. Los japoneses, por ejemplo, utilizaban las cometas para alejar a los espíritus malignos y para pedirles a los dioses ricas cosechas. Después, poco a poco, y debido a lo divertido que resultaba, se fue convirtiendo en un pasatiempo muy popular en todo Oriente. Hay dibujos muy antiguos de cometas en forma de dragón, uno de los animales sagrados de muchas culturas orientales.Existe una anécdota graciosa en torno a las cometas que cuenta que hace unos trescientos años, en un castillo japonés llamado Nagoya se decía que en la torre más alta del mismo había una colección de figuras de oro. Un ladrón utilizó una cometa muy grande para poder subir hasta la torre más alta del castillo y robar todas las estatuas del tejado. Pero el pobre tuvo muy mala suerte: además de no encontrar nada en el tejado, tan sólo cuerdas y piedras, lo pillaron y acabó en la cárcel.


En el siglo XII, los niños europeos ya hacían volar cometas “musicales” que silbaban mediante pequeños orificios en su cuerpo y el uso de múltiples cuerdas vibrantes. Las cometas provistas de equipos de medición atmosférica desempeñaron un papel esencial en el desarrollo de la meteorología, y los conocimientos acumulados durante siglos en su construcción contribuyeron al progreso de la aerodinámica. Hoy en día, la cometa sobrevive como juguete en todas las culturas.

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